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Chile en estos momentos está sufriendo incendios que están devastando grandes zonas forestales. Ante esta tragedia, tanto los medios, la religión, el sector político, intentan explicar lo sucedido y a la vez buscar responsables. Y abundan las teorías conspiratorias. En lo particular, ya el solo hecho de que el suelo forestal de Chile sea de tres familias me parece macabro. Pero no pretendo caminar por las rutas históricas, políticas y económicas que han llevado a mi país a ser el patio trasero de unos pocos que lo tienen todo y aún quieren más.
La Iglesia Evangélica pregona en mi país, "Chile será para Cristo". Espero que así sea, pues hoy, en pleno 2017, Chile, su tierra y su mar, pertenecen únicamente a 6 familias. Ese tema se lo dejo a los expertos. De lo que puedo estar seguro, es que aquella frase del "gurú" de Galilea, "El amor al dinero es el principio de todos los males", está más vigente que nunca. La manera en cómo se ha construido Chile (y varios países), los lineamientos políticos y económicos están dirigidos en su mayoría por personas más interesadas en su avaricia que en el pueblo.
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1. Pedimos un milagro para nuestra nación, ¡que Dios pare los incendios!
Los cristianos oran pidiendo una lluvia para esos focos descontrolados.
Los relatos que encontramos en la Biblia donde vemos a Dios dividir aguas y traer fuego del cielo, nos alientan a creer que es posible una intervención fuera de toda posibilidad racional. Pedimos lluvia... Lluvia que posiblemente no llegue y no por falta de fe, pero esperar milagros de esa envergadura deja también grandes preguntas al revisar la historia.
¿Por qué no llegó ningún misil que bloqueara los aviones que llevaban las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki? ¿Por qué no llegó ningún tipo de salvavidas para las más de diez mil personas que intentando cruzar el mediterráneo murieron ahogados, cientos de ellos niños pequeños que junto a sus padres venían huyendo del caos en sus países. Diez mil muertos desde el 2014 hasta la fecha? ¿Por qué ninguna mano divina ha intervenido en la suma inconcebible de niños muriendo famélicos en los brazos de sus madres cada 15 minutos? ¿O, por qué no un rayo del cielo ha parado las guerras fratricidas que han hundido en el polvo ciudades maravillosas como Alepo?
La historia está llena de eventos dramáticos donde la muerte ha arrasado miles y millones de inocentes en la más absoluta impotencia.
2. ¿Cómo entender los milagros en la Biblia?
Casi todos los relatos milagrosos de la Biblia tienen un propósito "pedagógico". No son relatos que descansan únicamente en lo portentoso, sino en la enseñanza que dejan estos eventos.
Hay que partir que en la literatura del mundo antiguo abundaban milagros y prodigios, tanto de dioses, hombres santos, brujos y demonios. A diferencia de mucha literatura milagrera de la antigüedad, los milagros en la Biblia tienen un componente moral, nos enseñan "algo más" que el milagro en si mismo. Todos los dioses de la antigüedad eran "poderosos", vasta leer escritos babilónicos para asombrarse por las grandes hazañas de "Marduk".
Casi todos los relatos milagrosos de la Biblia tienen un propósito "pedagógico". No son relatos que descansan únicamente en lo portentoso, sino en la enseñanza que dejan estos eventos.El Antiguo Testamento habla de obras portentosas de YHWH (Jehová), pero su poder está vinculado a ciertos valores que enfatizan principios de vida en comunidad que son el sustento fundacional de las relaciones del pacto entre Dios y su pueblo. Por ejemplo el Dios que libera a los hebreos de Egipto y los lleva a la tierra prometida a través de hazañas milagrosas, es con el propósito de hacer de esta comunidad de esclavos, seres humanos libres, donde por mano de Josué repartan la tierra para que todos vivan en igualdad de condiciones. Estos relatos contienen en estilo narrativo los valores que deberá vivir el pueblo hebreo. Son rescatados por un Dios que no avala la esclavitud, y son llevados a una tierra donde deben experimentarla como un don de Dios para todos y no para que unos pocos acaparen grandes cantidades de tierra despojando a otros.
El sentido de justicia, liberación e igualdad contenidos en los relatos del Éxodo son la columna vertebral que cruza el Antiguo Testamento, sobretodo en momentos cuando en Israel la sombra de la injusticia, la violencia , las invasiones y la esclavitud asolaban y los profetas volvían a poner el ideal del Éxodo como horizonte de esperanza. Donde Dios volverá a liberar a su pueblo y de manera definitiva se vivan valores que promuevan la justicia en una tierra que no la ve por ningún lado.
Estos relatos esperanzadores se ven sobretodo en el segundo y tercer bloque del libro de Isaías, capítulos 40 al 65.
En el Nuevo Testamento aparecen los milagros de Jesús. Juan, cuando habla de los milagros de Jesús, los rotula como "señales", es decir, son acciones que enseñan algo, tienen como función mostrarnos algo de la propuesta mesiánica de Jesús y de los valores de la comunidad que lo sigue.
Los leprosos y endemoniados que Jesús sanaba y tocaba eran personas que sufrían socialmente por el dolor no solo de su enfermedad sino de su exclusión. El milagro en estos relatos está dentro del contexto del acercamiento de Jesús a estos problemas sociales y su lucha por devolverles la dignidad a estas personas. Causa que deben estar presentes en la comunidad de discípulos cuando en su desafío misionero encuentren personas o comunidades marginadas y excluidas.
El hombre de la mano seca
El milagro del hombre de la mano seca, de Marcos 3, muestra cómo Jesús pone en medio de la sinagoga a un lisiado el sábado y ante todos lo sana. El evangelista evidencia a los sectores más conservadores (escribas y herodianos) que planean matarlo. El milagro contiene una enseñanza más allá del milagro.
La pregunta de Jesús a esa comunidad y a nosotros que leemos es, ¿Quién está en el centro de esta comunidad? ¿El sábado ? ¿O las necesidades humanas?. Por eso quieren matarlo, porque Jesús pone en el centro lo que la religión pone al final.
El ciego de nacimiento
El milagro del ciego de nacimiento, de Juan 9, pone en medio de la historia a un hombre ciego desde el momento que nacer, que al ver por primera vez, su vida en vez de simplificarse se complica más. Es excomulgado por los líderes religiosos.
La enseñanza del relato es el peligro que existe cuando alguien ve realmente las cosas como son y cómo funcionan. Pues siempre existen grupos que por sus intereses particulares muestran una realidad que no es más que una ilusión, pero cuando surgen personas que salen de esa ilusión y ven las cosas como son, casi siempre son una molestia, terminan siendo expulsados o desaparecidos.
La multiplicación de panes
En el milagro de la multiplicación de los panes, Jesús no se queda de brazos cruzados frente al hambre. Sus discípulos quieren enviar a la gente a comprar algo. Para Jesús, la verdadera solución al hambre no es el "comercio" sino la solidaridad.
Jesús camina sobre el mar
El mar de Galilea es un lago donde no existen las tormentas tal como el evangelio las relata. Los relatos de tormentas tienen una sola explicación, y es espiritual. Son fuerzas que se oponen a la obra de Jesús en las aldeas de Galilea. Cuando Jesús y sus discípulos zarpaban de una orilla a otra, siempre era para compartir con los poblados galileos que eran azotados por enfermedades, pobreza y desgracias.
Jesús caminando sobre las aguas es un símbolo de su "autoridad" sobre los poderes que intentan oponerse a la obra de Dios, es también el recuerdo del Éxodo y la entrada a Canaán con Josué, donde Dios no toma como impedimento las aguas para liberar a los hombres y mujeres golpeados por la desgracia.
La resurrección de Lázaro
Según el Evangelio de Juan, es luego de la resurrección de Lázaro cuando se determina asesinar a Jesús. Los poderosos sacerdotes que administraban la religión judía en Jerusalén ven en la resurrección de Jesús un evento que podría perjudicarles profundamente en sus intereses. Una revuelta judía en Jerusalén era para ellos inaceptable.
Muchos están de acuerdo en que este relato está conectado con el relato del otro Lázaro (Lucas 16: 19-31), cuando el rico muere y en el sufrimiento pide a Abraham que envíe al mendigo Lázaro a avisarles a sus familiares "ricos" para que cambien de conducta. Abraham se opone.
El argumento, es que para alguien que está acostumbrado a vivir desde la injusticia aunque un muerto se levante no lo hará cambiar de opinión. Y esa tesis se comprueba en la resurrección de este otro Lázaro. Su vuelta a la vida no produce ningún cambio en los poderosos sacerdotes del templo judío.
Conclusión
Pedir un milagro a Dios basado en los relatos milagrosos de la Biblia es válido, solo que, si se leen estos relatos como meras demostraciones de poder de parte de Dios, que demuestran que él puede volver a "separar aguas", "traer fuego" o "confundir milagrosamente a los enemigos" sin entender el mensaje de fondo y su desafío para nuestra comunidad de fe, es quizás, "ver el milagro pero no entender la señal".
Sobre el autor:
Ulises Oyarzún, chileno, ha sido conductor de radio, columnista de diferentes medios, pastor de jóvenes y precursor del "comedy stand up cristiano" en su país. Estudió Teología en el Seminario Teológico Bautista de Santiago de Chile. Ulises dice ser de sí mismo: "Experto en miserias y conflictos sin resolver, con un doctorado en turbulencias y tensiones existenciales. Soy feliz, tengo dos hijos y no tengo suegra".
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