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Mis lecturas y meditaciones, así como mis experiencias de vida en este tiempo me dejan con dos opciones principales: Ignorar mi humanidad: dolor, angustia, aspiraciones, amores, pecado y frustración y escapar a un mundo construido por mis nostalgias o asumir todo esto y vivir la vida con Jesús día con día, en lo real y cotidiano. Prefiero lo segundo, aunque en muchas ocasiones vivo de otra manera.
El leer a Eugente Peterson me ha ayudado a pensar la vida en estos términos y confrontarme con la cantidad de veces que prefiero huir o negar mi realidad o la de otros, porque es dificil. Desde el primer libro que estudié y medité profundamente acerca de los Salmos de Ascenso ("Larga obediencia en una misma dirección") y ahora mientras leo "Leap over a wall" sobre la historias del rey David me siento con Dios a tomar té y reflexionar todo esto. Mis amigos y la gente con quien vivo me ayudan también a ver que ser real, vulnerable, mostrarme débil y con necesidades les ayuda a ellos a conocerse, a identificarse y que Dios se hace más claro y maravilloso ahí, en medio de nuestra fragilidad humana. Porque ahí brilla con más fuerza.
Algunas preguntas para seguir pensando:
¿Qué hace que muchos, en especial jóvenes, rechacen la fe cristiana porque resulta escapista? ¿no será nuestra forma de vivirla?
¿Qué tanto dejamos que otros vean quienes somos y lo que significa el evangelio en nuestras vidas?
¿No será que a veces escondemos nuestra realidad porque nuestro orgullo no nos deja reconocer cuánto necesitamos de Dios y de la comunidad?
Sobre la autora:
Alejandra Ortiz es de Tijuana, México y comparte la vida con Abdiel. Es Licenciada en Historia y estudia Teología en Regent College en Canadá. Trabaja como obrera estudiantil a tiempo completo en Compa, México, pero actualmente se encuentra en sabático de estudios.
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