Y las mujeres también escriben en la Biblia | Por José Chacón

Imagen: Pixabay
Una idea que suena y resuena, con ecos ya generacionales es la de que la Biblia es un libro machista, que ensombrece la figura de la mujer o que la margina completamente. Con toda obviedad la Biblia es un libro escrito en contextos netamente patriarcales, pero hoy quiero exculpar un poco al texto bíblico inculpando de semejante atentado machista también a los traductores (antiguos y modernos). No solo el texto bíblico está imbuido en un mundo machista, también sus traductores quienes, de forma deliberada han ocultado la autoría femenina de varios textos incluidos en las Sagradas Escrituras. Si, las mujeres también escribieron texto bíblico.

Ya muchos estudios han revelado la existencia de mujeres escribas en muchas épocas e imperios antiguos. Por ejemplo en el imperio babilónico antiguo. También se conoce la profusa colección de misivas de autoría femenina en los archivos de Mari. O el caso de Enheduanna, hija de Sargón de Akkad, quien escribió una gran colección de himnos sumerios.

Teniendo esto como plataforma, es de suponer que la Biblia posea también escritos de autoría femenina, y claro que los tiene. Sin embargo las diferentes traducciones han ensombrecido el texto, encubriendo la autoría femenina de muchos pasajes. Hoy quisiera notar únicamente dos de ellos: Los Salmos 16 y 131. Vale decir que muchos textos del Antiguo Testamento muestran una clara equiparación ente hombres y mujeres, entre lo masculino y lo femenino. Son versículos que contienen, en forma quiástica, un elemento masculino y otro femenino, por ejemplo Isaías 49:22 b.
Traerán en brazos a tus hijos (m)
Tus hijas (f) serán traídas en hombros.
En el caso de los salmos, existe un encabezamiento (casi todos los salmos contienen un encabezado o título) que no se traduce, sino que aparece únicamente transliterado: `alamot. Este no es un indicativo de un ritmo musical, sino que indica que este salmo ha de ser cantado únicamente por mujeres.

El salmo 16 se inicia con un verbo hebreo en femenino (elemento pasado por alto en las traducciones) "Dices" (` amart), que inequívocamente denota que quien habla es una mujer. El salmo adquiere un sentido más profundo si se lee en los labios de una mujer. Sus palabras son las de una novia o reina a su señor o marido:
"Mi Señor/eres mi bien/nadie más que tú","Tú eres el regalo de mi dote y mi copa".
Y el remate nos lleva, de una forma casi pictórica, al lecho nupcial, en una secuencia de expresiones que van desde la valoración de su propio cuerpo, hasta el gozo y la delicia (placer) que experimenta con su pareja:
"...Hasta en la noche mi cuerpo me advierte" (v8b), El está a mi derecha, no tendré miedo" (v9b), "En tu presencia hay plenitud de gozo, delicias a tu diestra para siempre" (v. 11bc).
El Salmo 131 es uno de los más cortos. También escrito por una mujer. Es una mujer la que habla diciendo:

"Como un bebé a la espalda de su madre/yo misma como el bebé que llevo a mi espalda" (v2bc).

La traducción literal nos lleva a los labios de una mujer. Quien habla, indudablemente es una mujer.

Aún hay muchas cosas por descubrir y desentrañar de las sombras de los traductores bíblicos, sobre todo en temas relativos a la mujer. Sin embargo, mujeres: Sí, ustedes también escribieron la Biblia; Sí, Dios habla a través de ustedes y sí, ustedes son usadas por Dios.

Sobre el autor:
José Chacón es de Costa Rica, ha realizado estudios de Periodismo, Biblia y Teología. Es autor de los libros "El Decálogo, un canto de adoración" y "Spiro". Fundador de la Comunidad Interludio.


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