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Acá vemos una serie de personas que ya creían en Cristo, y que iban con Juan a dar el paso del bautismo. Al parecer estaban sedientos de hacer lo que Dios pedía, y por eso le preguntaron a Juan: ¿qué debemos hacer?
Al segundo grupo, a los publicanos, les dijo que no cobren de más. Que no apesadumbren al pueblo con los impuestos, que cobren lo que es justo.
Y al tercer grupo, a las fuerzas de seguridad: que no usen la violencia como método de trato con sus prójimos, que no abusen de su posición social o sus rangos. “No quiten ni con amenazas ni con acusaciones falsas”.
Encuentro varios puntos interesantes para reflexionar:
- Estas respuestas se dieron, porque hubo una pregunta. ¿Te animás a preguntar: qué debo hacer? Quizá ya sepas lo que se te demanda y sea hora de hacerlo.
- Las respuestas fueron diferenciadas. No le dijo a los soldados que den de su comida, o a los ciudadanos que no amenacen a nadie. Dios trabaja con cada uno de manera específica, y los procesos que cada uno lleva en su vida, son únicos y personales.
- Se demanda demostrar en la vida práctica, aquello que se ha creído. Cada día tenemos oportunidades de accionar de acuerdo a Quien hemos creído; y cada día tenemos la oportunidad de ser mejores humanos (no “compitiendo” con otros - comparando mi vida con la de otros- sino mirando cada uno sus propias fallas y buscando mejorar).
Soy Susana Huck. Mamá argentina, estudié Counseling y Lic. En Ciencias para la Familia. Soy curiosa y busco respuestas. Me gusta escribir y aprender.
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