Por Harold Segura
El pasado 1 de
abril se realizaron en Costa Rica las elecciones para la segunda vuelta
presidencial. Los candidatos fueron Fabricio Alvarado, del PRN, Partido Restauración Nacional
(movimiento cristiano evangélico) y Carlos Alvarado, del Partido Acción Ciudadana (PAC).
En la mañana de las
elecciones llegó muy temprano desde Panamá al aeropuerto Juan Santamaría de
Costa Rica, mi respetado amigo Rolando Hernández, quien por varios años fuera
el presidente de la Alianza Evangélica de
Panamá. A su llegada, declaró para un canal de televisión que había venido para
aprender de la experiencia costarricense (daba por sentado que Fabricio Alvarado
ganaría la contienda) y aplicar las lecciones a su partido panameño, llamado Acción Democrática Nacional.
Los candidatos
evangélicos de Colombia, Perú, Venezuela, Guatemala y otros países no llegaron,
pero también estaban pendientes del triunfo del PRN para, por igual,
capitalizar las lecciones aprendidas (asunto de estrategias).
Pues bien, si
lecciones querían, lecciones hay, y muchas, aunque no las que esperaban. El
candidato evangélico no ganó las elecciones y solo obtuvo el 39.34%, frente al
60.66% de su opositor. Por esta razón me referiré solamente a otras lecciones
(las de la derrota) que siguen apareciendo en este período postelectoral relacionadas
con la dudosa administración de los recursos financieros del PRN.
Vayamos por
partes. Después de la derrota, aparecieron noticias procedentes del mismo partido
de Fabricio Alvarado que han hecho pensar que los evangélicos no actuaron de
manera tan evangélica. Por ejemplo, el pastor Carlos Avendaño, fundador y
presidente del mismo PRN, denunció el 28 de mayo que había existido una “estructura paralela en financiamiento de
campaña de Fabricio Alvarado. Según él, “el equipo de Alvarado hizo una serie
de gastos que nunca pasó por el tamiz de legalidad y los procesos de control
que estableció el Comité Ejecutivo del PRN para el proceso electoral recién
concluido... En específico, citó tres casos de gastos por un total de ¢307,5
millones (más de medio millón de dólares) que se realizaron, con fondos
externos a los que disponía el partido, donde no medió un contrato, y que
ahora, a posteriori, están siendo cobrados… Al tiempo, advirtió de que más
casos saldrán a la luz pública en los próximos días”.[2]
Estos son los
tres casos: la empresa Crescendo Mercadeo y Publicidad, representada por el
cantante Luis Alonso Naranjo, denunció que el PRN se había negado a pagarle
¢115,5 millones (más de $200 mil dólares) por el trabajo que hizo en la campaña
del excandidato Fabricio Alvarado”.[3]
Por su parte, la
empresa de encuestas Opol reveló que durante la campaña había hecho seis
estudios donde el candidato evangélico superaba con un común denominador: “en
todos, Fabricio Alvarado aventaja en más de 10 puntos porcentuales al ahora
presidente de la República, Carlos Alvarado... Sin embargo, en ninguna de las
publicaciones, tanto del medio digital como del equipo de campaña del político,
se mencionó que estas encuestas fueron realizadas por encargo del equipo de
campaña de Restauración Nacional”. La noticia termina así: la empresa hizo
saber estas irregularidades al Tribunal Supremo de Elecciones “…también hizo
pública en redes sociales su decisión de demandar a la agrupación política”[4].
Y un caso más:
el mismo Avendaño “aseguró que el equipo de campaña de Fabricio Alvarado… incurrió
en gastos cuestionables que no cumplieron con los requisitos de legalidad y
transparencia exigidos por el comité ejecutivo del partido. Así las cosas el
propio Avendaño presentó…una denuncia ante el Tribunal Supremo de Elecciones
para que investigue al partido y determine si existió una estructura paralela
de financiamiento y si Alvarado fue parte de la treta”.[5]
Lecciones aprendidas: no
usar el nombre de la fe para encubrir aquello que no representa a esa fe. No
utilizar el nombre de las iglesias para representar aquello que todas las
iglesias no piensan, ni creen, ni apoyan. No equiparar la tarea pastoral con la
función electoral (se debería renunciar a la primera cuando se opte por la
segunda, al mejor estilo de Martín Luther King, en 1959).
Rolando, amigo, debe volver a Costa Rica. ¿Acepta? Observé lo que está pasando. Aprendamos juntos, usted para su naciente movimiento en Panamá y, en mi caso, para el acompañamiento pastoral y teológico (esa es mi contribución después de haber renunciado a las ofertas electorales que me hicieron en Colombia hace ya más de 20 años) que intento brindar a las comunidades evangélicas, las que cada vez lucen una imagen más demacrada y escuálida por las dudosas actuaciones de los políticos de la fe.
Rolando, amigo, debe volver a Costa Rica. ¿Acepta? Observé lo que está pasando. Aprendamos juntos, usted para su naciente movimiento en Panamá y, en mi caso, para el acompañamiento pastoral y teológico (esa es mi contribución después de haber renunciado a las ofertas electorales que me hicieron en Colombia hace ya más de 20 años) que intento brindar a las comunidades evangélicas, las que cada vez lucen una imagen más demacrada y escuálida por las dudosas actuaciones de los políticos de la fe.
[1] Para Dummies, se refiere a una serie de publicaciones con lecciones para personas que no son expertas en determinados temas.
[2] La Nación, 28 de
mayo de 2018: https://www.nacion.com/el-pais/politica/carlos-avendano-denuncia-estructura-paralela-en/WKZSHZK5K5GN7KXXIHJXMBPUPY/story/
[4] La Nación, 25 de
mayo de 2018: https://www.nacion.com/el-pais/politica/encuestas-de-opol-se-hicieron-por-encargo-de/67BL2AJD2FGCPHG7CMMIPTCXFU/story/
[5] Reporte Delfino, 29 de mayo de 2018: https://delfino.cr/2018/05/carlos-avendano-presidente-restauracion-compromete-seriamente-fabricio-alvarado/
El pastor y teólogo Harold Segura es colombiano, radicado en Costa Rica. Director de Relaciones Eclesiásticas de World Vision en América Latina y El Caribe y autor de varios libros. Anteriormente fue Rector del Seminario Teológico Bautista Internacional de Colombia.
Follow @haroldsegura
COMENTARIOS: